5 errores que debes prevenir en tus estructuras metálicas
Si estás aquí significa que estas preocupado por el bienestar de las estructuras metálicas de tus obras de construcción ¿verdad? Aunque resulte sorprendente, todas las estructuras son susceptibles de manifestar una patología que termine por afectar negativamente a su durabilidad.
Las estructuras metálicas son una de nuestras especialidades, y en todos nuestros años de experiencia hemos podeido identificar en cinco los tipos fundamentales de patologías que afectan a la integridad y propiedades de las estructuras metálicas. ¿Quieres conocer cuales son? ¡Sigue leyendo!
5 males que debes prevenir en tus estructuras metálicas
1. Corrosión
Se produce por fenómenos naturales, y hace que los metales se transformen en compuestos diversos. Los importantes cambios que han experimentando los ciclos climáticos están afectando cada vez más las estructuras metálicas, pero no es lo único que genera corrosión, también lo generan los descuidos en las tareas de mantenimiento necesarias.
La superficie del metal presenta picaduras y oxidaciones que llegan a hacer que se desprendan placas o escamas generando una disminución de la resistencia original. Aunque se asocia comúnmente a zonas de la estructura expuestas a ambientes húmedos y que carecen de la apropiada protección, sus efectos se están extendiendo a otras partes menos comunes por la ausencia de planes periódicos de mantenimiento.
2. Fatiga
Es una patología que surge cuando se someten los elementos de la estructura a tensiones iguales o mayores a las calculadas como admisibles en el proyecto. Los síntomas son la aparición de estrías perpendiculares a la dirección de las tensiones. Su peligro radica en la dificultad de su detección y requieren de revisiones preventivas periódicas.
3. Abrasión:
Se manifiesta en partes móviles en contacto o sometidas a la acción de fluidos. El síntoma es el aspecto desgastado y liso de la superficie y suele complementarse con un fenómeno de corrosión.
4. Holguras en uniones:
Provocan la deformación de la estructura y la aparición de fuertes tensiones que derivan en la rotura por fatiga de los elementos.
5. Impactos y sobrecargas accidentales:
Se presentan como deformaciones en los elementos ya sea por impactos externos o por pandeos o flechas, manifestando cada uno deformaciones características.
Entre los agentes catalizadores de estos procesos podemos identificar las agresiones químicas, físicas, biológicas, mecánicas y las variaciones bruscas de temperatura (siendo un caso extremo la exposición al fuego). No debemos olvidar en este listado la existencia de errores en el diseño inicial o un uso inadecuado respecto de dicho diseño.
Como en otras facetas de la vida, la prevención es el mejor remedio para prevenir la aparición de estas patologías y aumentar la durabilidad de estructuras y componentes metálicos. El diseño de programas de inspecciones y mantenimiento periódicos ayudará, además, a la prevención de accidentes por la detección prematura de cualquiera de las citadas patologías. Desde un punto de vista meramente económico, en la mayor parte de los casos es más fácil y rentable la resolución de eventuales problemas en sus fases iniciales.
Es mejor prevenir que lamentar
Las medidas de prevención más sencillas pueden pasar por la aplicación periódica de protecciones como pinturas o recubrimientos a modo de defensa en las zonas más expuestas a los agentes degradantes. No obstante, nosotros recomendamos que estas acciones se integren dentro de un plan de inspección.
En Esmeteva somos profesionales del metal y contamos con el personal, equipo e instalaciones especializados para ofrecer muy alta calidad en los servicios que ofrecemos. Si el problema ya está avanzado, podremos facilitarles las mejores soluciones para resolver la patología de su estructura metálica.